El estrés, sin lugar a duda, se ha convertido en cómplice de nuestro comportamiento cada día. Este no es más que el resultado de no coordinar bien nuestra agenda diaria o nuestras reacciones ante diversas situaciones. A pesar de que a nadie le gusta sentirlo , ningún ser humano tiene en sus manos el evitar tenerlo, pero esto no debería controlarnos.
Se ha convertido en un problema para las empresas manejar el comportamiento de empleados que muestran actitudes negativas al tratar con el público externo (clientes), a los cuales no le dan un buen servicio. Al hablar de buen servicio incluyo un saludo adecuado, una información completa o aclarar una duda, sin importar el tiempo que se lleve. Todo esto a raíz de varias cosas.
Que cosas producen estrés a un empleado durante su trabajo? No saber trabajar bajo presión, mezcla de vida personal con laboral, no manejar una agenda de vida, trabajar por necesidad económica y no por satisfacción.
Cabe destacar que podemos calmar el estrés por medio de una buena alimentación, ejercicios, de contar con un buen mentor, aunque a muchas personas solo les interesa estar solas, ignorando que con dicha actitud se mantendrán recordando la causa del mismo, convirtiendo un estrés simple en otro más abarcador.
Con un simple ejemplo se puede mostrar las consecuencias de no manejarnos, una joven estaba en la parte de recepción de una empresa, agotada y molesta por el cúmulo de trabajo. Al llegar un cliente, de forma extraña y sin mirar a la persona, le preguntó “¿quieres algo don?” , el cliente insatisfecho le dijo “yo no quiero algodón”. Días después la joven fue despedida por dejar que el estrés controle sus relaciones humanas durante el trabajo.
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